Nicolas Sanchez L.

Home / Categories / En Español / Texts / Atmósferas (HAEEEIQNCN) en Visioner TV

Atmósferas (HAEEEIQNCN) en Visioner TV

Atmósferas en Visioner TVtrevista de Visioner TV a propósito de la muestra Atmósferas (hay algo existencial en estas imágenes que no consigo nombrar)

De Visioner TV publicaron esta video entrevista a propósito de la muestra Atmósferas (hay algo existencial en estas imágenes que no consigo nombrar)

Atmósferas (hay algo existencial en estas imágenes que no consigo nombrar) es un registro fotográfico de la atmósfera terrestre que inicié el año 2008 -hace 7 años-. La observación de la parte gaseosa de la Tierra y de los campos de color que forma la luz al atravesarla, se transformaron en un estudio sobre la luz, sobre el color y su percepción pero por sobre todo, acerca de los efectos sensibles en nosotros, el espacio y el tiempo.

De alguna manera hubo 3 momentos, por llamarlos de alguna forma, que se me aparecían constantemente a través de estos años.

Lo primero es la revolución de Copérnico en el siglo XVI que desvió la mirada de un sistema que creía a la tierra el centro del universo, hacia un espacio infinito, hacia un universo inmenso.

Después vino Pascal, el matemático-físico francés que a mitad del siglo XVII abandonó sus estudios científicos después de una epifanía mística, y se dedica a la filosofía y la vida de asceta. Pascal escribe en sus pensamientos -su libro más famoso- acerca del estremecimiento metafísico que experimentaba en la contemplación del cosmos; “¿Quién me ha puesto aquí? ¿Por qué me han sido destinados este lugar y este tiempo? ¡El silencio eterno de los espacios infinitos me aterra!”.

Y por último, entra esa frase de Oscar Wilde a propósito de Whistler -el pintor estadounidense que sin embargo vivió y pinto la mayor parte de su vida en Inglaterra- de que “No había niebla en Londres hasta que Whistler la pintó”. Y de alguna manera eso me hacía mucho sentido para interpretar toda la tradición de los paisajistas desde Friedric a Rugendas que en sus paisajes impregnan la atmósfera de preguntas escatológicas, de dudas metafísicas, una búsqueda espiritual que rehuye las iconografías al uso.

Todo eso desencadenó en este acto insistente de fotografiar la luz rasante en desiertos, trópicos, costas, montañas, estepas, en nuestras ciudades contaminadas; Valparaíso, el Magreb, Mongolia, Patagonia, Atacama, Irlanda, Buenos Aires, Calais… Ciudades y lugares que despiertan asociaciones hacia todas direcciones, hacia la oscuridad del cosmos, hacia el camino misterioso que es el va hacia adentro, como decía Novalis.

Las horas que elegí para realizar estas fotografías fue minutos antes de que amanezca, de que claree el alba, o en el ocaso, cuando el sol cae y la luz de las estrellas no es aún visible. Elegí ese momento porque era donde yo percibí que la atmósfera de la esfera terrestre adquiría la profundidad más sobrecogedora.

Me gusta pensar esto en términos del concepto de lo sublime que desarrolla Kant en su Crítica de la razón y que lo compara a la belleza. El decía que “mientras lo bello es limitado, lo sublime es infinito, y la mente en su intento de imaginar lo que no puede siente dolor por el fracaso pero placer contemplando la inmensidad del la tarea.

Las fotografías están impresas en formatos relativamente grandes, y buscan justamente incluir al espectador en esta atmósfera, en esta sensación, involucrarlo de alguna maneras en esta sensación.